domingo, 23 de mayo de 2010

¿Responsabilidad social corporativa? Responsabilidad social corrompida

Oliver Henares pone, negro sobre blanco, algo que muchos – dentro y fuera del mundo de la comunicación–, pensamos: más responsabilidad pero, sobre todo, más coherencia y más verguenza, señores. Se acabó el tiempo de las engañifas.

Por eso lo traemos aquí:

Al igual que otras veces, quiero empezar con una pregunta. ¿Qué es la responsabilidad social corporativa? En serio, porque es imposible que sea una treta, una argucia, un lavabo en el que las marcas se lavan la cara cuando la tienen demasiado sucia, una maniobra penosa de manipulación, una técnica triste y desesperada por recoger y pegar los pedazos que quedan de su buena reputación…

Ah, ¿que no? Bueno, entonces cuéntameAh… Que es una forma que tienen las compañías de devolver al mundo y su gente parte del beneficio y riqueza que han obtenido de ellos… una especie de conciencia con los elementos que interactúan con las marcas.

Ya decía yo que no podía ser la basura que pensaba que era. Ya decía yo que no puede ser que Nestlé insulte a la gente en Facebook, ni que gestione tan mal una cosa como la deforestación de una zona vital para algunas especies animales.

Resulta sintomático que en los tiempos inciertos que corren la mayoría de las marcas no refuercen su cara más humana, den un punto de apoyo a la gente en medio de tanta duda y miedo, y por el contrario nos encontremos con aberraciones como los 10 millones de Euros por los pulgares de Alonso, que más que de una operación trasnochada de marketing parece que se trate de una peli de las triadas chinas y luego quieran ser tu banco.

Igualmente aberrante es patrocinar un equipo de F1 y adornarlo de lucha contra el cambio climático, o producir una eco-peli para concienciar sobre el gasto de energía y luego gastar tú sólo más que 50 familias, esconderte detrás de historias reales de gente real con problemas reales para camuflar tu falta de sensibilidad y desprecio hacia tus clientes.

Hay que tener la cara de adamantium y ser más torpe que Magoo para decirle a todas esas familias que tienen TODOS sus miembros en paro y sin expectativas de reintegrarse en la población activa que esto lo arreglamos entre todos, con una película que parece más un telemaratón que una acción social, sí, me siento tan identificado con la situación laboral de Gasol, de Buenafuente o de Ferrán Adriá

Creo que me tomaré 2 años sabáticos hasta que pase el temporal y luego veremos… Eso sí que es un mensaje optimista ¿no? Manda huevos lo desconectados del mundo real que estamos la mayoría del tiempo.

Creo que es un buen momento para adoptar la palabra “friendly” dentro de los valores más nucleares de marca, de ser valientes, de saltarse el manual. Que las marcas son el reflejo de las personas que tienen dentro y deben adaptarse a los nuevos valores y momentos de la sociedad. Que el ser más humano no debería ser una estrategia calculada y milimetrada por la cuenta de resultados.

El sentido común no es el más común de los sentidos y se demuestra en los momentos más importantes, como el que estamos viviendo. Por si sirve de algo os dejo un estudio que puede ayudar a crear un buen punto de partida.

por Oliver Henares (planner de Herraiz Soto)

fuente: Yorokobu

Por si esto fuera poco, otro ejemplo de triste actualidad: BP, la petrolera con "responsabilidad mediomabiental" cuyo representante dice que el océano es muy grande para que esto lo afecte.


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