viernes, 22 de febrero de 2013

Comunicación y gestión a partir de una crisis

Nos ha parecido muy interesante este artículo acerca de la relación entre crisis (nos duelen los dedos al teclear esa palabra que tantas cosas esconde), gestión, personas y comunicación.
Creeemos, como decía Stephen Covey y el autor de este artículo expone, que Una de las verdaderas pruebas del liderazgo es la habilidad de reconocer un problema antes de que se convierta en una emergencia”.
Que lo disfruten :-) 
¿Por qué una crisis es bueno para la Gestión?

Frente a la crisis financiera mundial, las empresas están experimentando turbulencia y incertidumbre pero ¿está bien o mal para las organizaciones? La gente en general tiene miedo a cualquier tipo de cambios, sobre todo si son drásticos e inesperados, pero, por otro lado, casi siempre es posible aprovecharlos si saber cómo y estar preparados.

Entonces, una crisis ¿es algo bueno o malo? Como la respuesta, tengo una historia de mi experiencia de consultoría:

Una madre o cónyuge a menudo nos advierte que después de tomar un baño caliente no salgamos a la calle cuando hace mucho viento, es que están preocupados de que cojamos un resfriado. En Finlandia, sin embargo, la gente se relaja en la sauna, sudando mucho allí, y luego sale a pasar un rato en la nieve. Ellos no se enferman, sino más bien, se sienten fortalecidos. Algunas personas en Siberia, incluso los ancianos, cavan un agujero en el hielo en un lago o un río, y luego se sumergen en el agua helada ... y tampoco caen enfermos. Si yo lo hiciera, cogería una pulmonía y ciertamente moriría.

¿Por qué esos cambios extremos vigorizan a unos y amenazan a otros?
La causa de la enfermedad no es ni el viento ni el agua helada, sino más bien, la falta de preparación para el cambio. Este fenómeno se aplica a las organizaciones también. Las organizaciones que están preparadas para lidiar con el cambio son vigorizadas por este, y los que no tienen esta preparación, corren el riesgo de muerte. Esta es la teoría de la evolución de Darwin.

Permítanme relatar una historia más.
Yo solía consultar la empresa de automóviles, Porsche. El presidente de la compañía en aquel entonces, Peter Shultz, me habló de algo interesante que había sucedido cuando le eligieron por primera vez como el presidente: visitó cada departamento para presentarse y conocer a cada división. En el departamento de ingeniería, preguntó si la compañía Porsche competía en Le Mans, que era la pista de carreras más importante para cualquier empresa de coches deportivos.

Le respondieron que no. Dado que Porsche es un fabricante de automóviles líder en la industria del automóvil deportivo, Peter les dio un reto de "construir un coche para competir en Le Mans y ganar".

Los ingenieros tomaron este reto muy en serio. Ellos trabajaron como hormigas, día y noche, diseñaron el motor y el coche de carreras, lo aprobaron y llevaron a Le Mans para competir y ganaron.

Siguió una celebración muy grande ... pero duró poco. El comité de competición inesperadamente había cambiado las reglas para la carrera del próximo año y los ingenieros de Porsche tuvieron que empezar de cero para diseñar y aprobar un coche nuevo.

Como era de esperar, todos se desanimaron. Pero Peter tenía otra opinión: "Deberíamos estar contentos de estos cambios en las reglas. No las cambiaron solamente para nosotros sino para todos. ¿Quién va a ganar ahora? ¿Quién va a tener éxito? Los que son más rápidos y más eficaces para hacer frente al cambio tendrán éxito, los débiles morirán. Y aquí viene la última frase de su discurso, que se ha convertido en un mantra para mí:
"Cuando no hay cambio, los mediocres se ponen al día".

Los cambios ofrecen la oportunidad de dejar atrás a la competencia y pueden resultar vigorizantes para los fuertes, ellos proporcionan la oportunidad para que los fuertes puedan desechar a los débiles y enfermos. El cambio es el mejor aliado si usted está listo para ello.

Integre para ganar.

¿Cómo prepararse para los cambios inevitables que su empresa puede enfrentar?
En primer lugar, vamos a entender lo que sucede cuando aparece un cambio. Una organización es un sistema y cada sistema, por definición, está compuesto de subsistemas. Cuando hay un cambio del sistema externo, las suborganizaciones del sistema interno no cambian en sincronía, algunos cambian de una forma rápida y otros lentamente. Estas discrepancias se manifiestan en lo que llamamos problemas, y si estos problemas amenazan la supervivencia de una organización, los calificamos como una crisis.

Por lo tanto, creo que todos los problemas, de cualquier magnitud, están causados por la desintegración, que se origina en el cambio.
¿Y cuál es  "la terapia", entonces? La integración.

Mientras más integrado es un organismo, o en este caso, una organización, mejor podrá sobrevivir una crisis. (Tenga en cuenta que con mayor tasa de cambio, mayor es la tasa de divorcios y si hay una crisis, se aceleran los divorcios).

Una organización no debe esperar una crisis antes de la integración. Debe simular diferentes escenarios e identificar los problemas para aprender a hacer frente a estos problemas antes de que ocurra una crisis. Cuando el cambio o la crisis ocurre, la organización no se preocupa, ya que está preparada, es como la parte de su trabajo. Los militares también a menudo llevan a cabo estas "maniobras".

(Sería perfecto que conscientemente pudiéramos integrar durante el noviazgo. Podríamos entonces identificar si somos compatibles y capaces de resolver problemas juntos. Podríamos haber hecho todo nuestro divorcio antes de casarnos).

Algunas organizaciones hacen "maniobras" para prepararse para un terremoto o un incendio, pero ¿qué pasa con la preparación para un crash de liquidez, una inflación o una recesión? ¿Qué debe hacer una empresa en la cúspide de una crisis?

Algunas personas obesas recurren a la liposucción para evitar un paro cardíaco, pero si no cambian sus hábitos alimenticios, un paro cardíaco se hace inminente. Las empresas en vísperas de la crisis despiden a un cierto porcentaje de sus empleados, y es un remedio igual que una liposucción para el organismo. Las cifras mejoran, pero ¿si es un organismo sano? ¿Por qué no fueron despedidos estos empleados improductivos antes de la crisis? ¿Por qué la víctima de un ataque cardíaco no controlaba su peso antes del ataque?

Hay quien pueda objetar: "Pero hay una reducción en la demanda y no necesitamos tantas personas ahora." Así que vamos a asumir que usted es ineficiente e incapaz y sus empleados son perfectamente eficientes y eficaces. En caso de despedirles, ¿a qué correspondería eso? Despedir a la gente buena, de analogía con el cuerpo humano, no reduce la grasa, sino que el músculo.

Otro ejemplo, supongamos que usted tiene máquinas de primera clase en su planta de producción pero ocurre una reducción de la demanda. ¿Va a vender, digamos, veinte por ciento de sus máquinas, o las conservaría hasta que renueve la demanda?

Resulta que la venta de las máquinas conduce a volver a comprarlas y volver a integrarlas a la reutilización es inmensamente más fácil que despedir a la gente buena, después recontratarla y volver a emplear a las personas nuevas. Se necesita tiempo y recursos para encontrar y emplear a los buenos especialistas en la cultura de su empresa.
¿Entonces, qué?

Si usted tiene un negocio de temporada, pida a sus empleados a tomar unas vacaciones, sin paga, y así pasar algún tiempo. La gente prefiere recibir menos ingresos que ningunos.

En una época de crisis, preserve sus activos y no los desperdicie. Cuando el enemigo ataca, hay que tratar de responderle de una manera prudente sin derrochar la energía.

Atentamente,
Dr. Ichak Kalderon Adizes

Fuente: Instituto Adizes en España
Foto: Kirtland

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